Paulina Garzón
Directora Iniciativa para las Inversiones Sustentables
China-América Latina (IISCAL)

Resumen Ejecutivo

El año 2015 se caracterizó por grandes acontecimientos entre China y América Latina, marcado por las visitas de los Presidentes y ministros a Pekín en enero y luego, la visita del Premier chino Li Keqiang a varios países sudamericanos.

Entre los aspectos destacados estuvieron: los ofrecimientos de que los financiamientos chinos en la región se duplicarían, ascendiendo hasta los u$s 250.000 millones; la firma del Plan de Acción Conjunto 2015-2021 entre China y Brasil; la firma del Memorándum de Entendimiento para la construcción del tren transoceánico Brasil-Perú; una importante expansión de la presencia china en Argentina, que incluye un controversial acuerdo que permite tener una central para estudios científicos con presencia militar china; y el establecimiento de varias plataformas de diálogo regional con China y de mecanismos de diálogo bilaterales con algunos países.

Sin embargo, el 2016 promete ser un año que pondrá a prueba la cooperación Sur-Sur y probablemente los actores más vocales en desafiarla serán las organizaciones de la sociedad civil. Ya se advierte un descontento generalizado frente a la crisis económica en países como Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina que empiezan también a cuestionar la pesada deuda de sus países con China, la concentración de las inversiones chinas en los industrias extractivas y el desarrollo de infraestructura (sectores endémicos de grandes impactos socio-ambientales), y por último, la falta de un espacio de participación de la sociedad civil en los marcos de negociación de los acuerdos, préstamos y proyectos con entidades chinas.